Borja & Diary (Sunny Day Real Estate)

Post-rock, punk, ruido, dislexia y risas: un cóctel llamado "Borja"

Aunque ya había visto alguna vez a Borja sobre los escenarios, tocando con alguna de sus bandas, lo cierto es que crucé mis primeras palabras con él tras una situación un poco trambólica y punk: tuvo que darse la situación de volcar mi coche de camino al trabajo para que nuestras vidas se cruzaran. Empecemos la historia por el principio

Es martes 18 de octubre de 2016. Había llovido y, antes de entrar en una curva algo pronunciada, las ruedas traseras patinaron y perdí el control del vehículo. Derrapé varias veces, el coche giró en 360 grados y llegó a golpearse una primera vez con la medianera que separa un sentido de circulación del contrario, pero no fue hasta el segundo impacto que volcó.

O al menos así lo recuerdo, y aunque todo pasó en un segundo, hay imágenes que tengo muy nitidas y otras que apenas sé cómo sucedieron. Con todo, el resultado fue tan aparatoso como se puede ver en la foto. Da mucha impresión ver todos tus CDs desperdigados por el techo del coche.

No obstante, y por suerte, no hubo más personas implicadas. Pude salir por mi propio pie del coche bocabajo, como en las películas.

El caso es que tuve que ir a Rehabilitación para la espalda a la mutua de la empresa, que está en Sagunto. Al entrar en una gran sala con distintas máquinas de ejercicios, pelotas medicinales y otros cachibaches con formas raras, pude ver a un tipo alto, con buena planta, garboso, que iba de un lado a otro, hablando con este paciente y con aquél, y que parecía vivir en su mundo pero de mirada despierta.

Al instante le reconocí. "Tú tocas el bajo en 'Perro Grande', ¿verdad?" Tras la pregunta obtuve como respuesta un tímido "sí" mientras buscaba en su cerebro de qué mierdas podía conocerme.

Entonces me presenté. Enseguida hicimos buenas migas y empezamos a hablar de nuestras bandas, y de aquel bolo en al que fui a verle, o aquel otro al que fuimos los dos de espectadores en el "Magazine"

El segundo día que tenía cita en Rehabilitación ya nos trajimos vinilos y nos los intercambiamos. Mientras me clavaba agujas con electricidad en la espalda, comentábamos anécdotas de conciertos, historias hilarantes y nuestros inicios como músicos diletantes.

Conocía alguna de ellas -de hecho Cabalgata Cósmica y Perro Grande compartimos catel en la III edición del Punch Fest-, pero todo esto me hizo interesarme más por sus múltiples bandas.

Fue en ese festi cuando pude vivir más de cerca la debacle decibélica de Perro Grande -el ampli al 11 de volumen, como los Spinal Tap-, el noise con tintes post punk y shoegaze, con un sonido noventas muy definido, pero con más garra y densidad: berreado y oscuro. Una banda sincera, que te crees, que hacen lo que les mola y que disfruta on ello.

También pude asistir a varios bolos de Mad Robot, una banda formada por veterana y veteranos de la escena a medio camino entre el grunge y el rock alternativo o indie primigenio. Gente que ha militado previamente en grupos míticos de Valencia como Furious Planet o La Muñeca de Sal. El resultado al final son canciones redondas, de guitarras cortantes y ritmos contundentes, que avanzan sobre una ola de melodías de voces femeninas y masculinas, en un interesante dueto empastado pero a la vez ligeramente desincronizado para darle un toque más orgánico y natural. ¡Dentro vídeo!

Pero el pluriempleo de Borja no acaba aquí. Seguimos para Bingo con la banda más irreverente, divertida y caótica del punk levantino. Al ver escrito su nombre en las paredes, los fachas piensan que están ante la que va ser su próxima banda preferida, hasta que les dan un zasca con la mano abierta en toda la cara tras el primer acorde.

Porque no hay mejor manera de trollear al personal rancio que ponerle a tu banda el nombre de "ESPAÑA". Así, en mayúsculas. Una genialidad en continente y en contenido, con unas letras abrasivas, desternillantes, frenéticas, a un ritmo acelerado, loco, de risa nerviosa pero de una lucidez que no se puede aguantar.

Si te gusta el punk, si tienes sentido del humor, si sientes escalofríos cada vez que ves un puto retrovisor interior de coche del que cuelga una banderita roja, gualda y roja; si encojes el ano cuando vislumbras trozos de telas patrioticas por los balcones de tu ciudad; si te caía bien ese dependiente del Mercadona de tu barrio de sonrisa de perlas hasta que viste que se había hecho una cutre pulsera casera con la bandera de su puto país; entonces ESPAÑA ES TU NUEVA BANDA FETICHE.

Pero no todo va a ser velocidad y despiporre. Borja también tiene tiempo para la reflexión. De ahí que le pidiera el cuerpo montarse otra banda con sus colegas, y esta vez la cosa tenía que ir por los derroteros del post rock, el ambient y los pasajes instrumentales. No podía rodearse de mejor peña: Manolo, Santiago y Álex le acompañan en este proyecto llamado Äppelträd del que se sabe poco y del que queremos más. Porque promete muchas alegrías, tiene calidad y está hecho con gusto. ¿Qué más quieres? Pues más y más.

Por último, como este chaval le da a todo, también tiene una banda llamada "Portero regateador" (¿en honor a René Higuita quizá?) en el que dan rienda suelta a la experimentación eléctrica y electrónica, y lo hacen con un nivel de productividad y eficiencia despampanante: 16 trabajos en 3 años (¿qué desayunan estos chicos? Seguro que algo más que Frosties de Kellogg's). Pasa, y enciéndete el cigarrito adulterado

Diversidad y diversión para estar al tanto

Perro Grande	Mad Robot	España
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Bandcamp	Bandcamp	Bandcamp

Portero Regateador	Äppelträd
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RESPUESTA:

Soy malísimo para las fechas, los nombres... Soy malo para todo en general, pero una vez un médico le dijo a mi madre que tenía dislexia y eso me salvó la vida.

Cada vez que cagaba algo: "Es que tengo dislexia diagnosticada, soy disléxico con papeles".

Por ello no recuerdo bien los años pero sí sé que por aquellos entonces estaba viviendo en Lleida y en los locales que dejaba La Paeria para aprender música y tocar se escuchaba Eskorbuto, Sangtrait, Nirvana, Soul Asylum, Metallica, Bob Marley, Beatles...

Me daba una pereza tocar brutal. Pero bueno, ahí iba desaprendiendo a hacer solos.

Como era "disléxico" (gracias al altísimo) no había forma de aprenderme ni un solo y los temas se me olvidaban todos, auténtico azote del virtuosismo, pero sí iba haciendo mis historias.

Me acoplé con "los raros": peña que tocaba como le salía del ojete y salían marcianadas muy guapas.

Por entonces no tenía ni walkman, escuchaba cintas en un reproductor de mi hermana cuando regresaba a casa y otro que había en un local, todo cintas grabadas de Larsen y Comando 9mm, Bad Religion (el "Against The Grain"), Angry Samoans, Offspring (el "Smash"), Faith No More (el "King for a Day")...

Escuchaba también en vinilo Alan Parsons Project que tenía mi padre, me quedaba Pokemon...

Pero la verdad, me daban bastante igual grupos como Green Day, The Cure o Nirvana. De hecho en algún vídeo que había visto de Nirvana me habían parecido unos payasos.

En clase de Diédrico en C.O.U. estaba al lado de un metalero que se ponía en la última fila y simulaba todo el rato tocar la batería con bolis sobre el jersey de Megadeth enrollado.

Un día me lo veo haciendo redobles diferentes a los que hacía habitualmente. El pavo llevaba tal melenón que no se le veía ni el walkman, ni el cable, ni los cascos.

Al salir de clase le pregunté qué estaba escuchando ese día, me dio la cinta y se piró.

Cuando lo escuché me quedé todo palomo: me gustaban las baterías, la voz, las guitarras, el bajo, se escuchaba todo tremendo y al mismo tiempo distorsionado y pensé "esto mola".

Al día siguiente estaba con "El Metales" en el local, una Aria Pro II, la Talmus y un Metal Zone practicando esa mandanga a nuestra manera. Dibujo técnico acabó como acabó.

RESPUESTA:

Porque me pareció algo que tenía un estilo propio que no era ni una cosa ni la otra.

Gracias a ellos descubrí otros grupos ya de carrerilla: Fugazi, The Van Pelt, Mineral, Indian Summer, Converge y al llegar a Valencia Furiuos Planet. Los vi en Torrefiel al aire libre en un escenario y no sé por qué me dio la impresión de que algo había aparecido.

Luego ya en la facultad con mi amigo el Sr. Sena y Radio Funny me puse al día y formé parte de esa escena que no tenía dueño y vivía sin casi conocer de la Explosión Naranja* o la onda metal que había en la ciudad.

Con Augusto montamos dos grupos: Monopolio Eclesial con el Éxito "Mata a Jesús el Nazareno, mátalo ya, es un camello", éxito porque conseguimos que la grabara en cinta un policía local y Punk Floyd con los que grabamos dos cintas autoeditadas: "Devuélveme la pelota que es mía" y "No me cago en dios por si soy yo".

En esta época el Sr. Sena y yo compartímos en ocasiones escenario y asistimos a conciertos de bandas como Tail, Felpudo Tos, Ulan Bator trío... Nos lo comíamos todo, no hacíamos ascos a nada.

Radio Funny con Vicente Maicas (El Croqueta), iguel Ángel Travesía, El Cura, El Fletán (con quien toco en España) y Álvaro García (Criminal Records, que un día desapareció sin dejar rastro y que a mi siempre me trató con especial cariño y fue quien me hizo registrar mi único tema en la SGAE para editar un recopilatorio) me abrieron la cabeza a otros sonidos que sin ser en principio algo que me llamara luego llegué a apreciar, como por ejemplo: Quién puede matar un niño de Penelope Trip, entre otras cosas.

Ya más tarde currando en Francia descubrí otro grupo que me marcó de la misma forma: Diabologum. Lo que se escuchaba en Francia me parecía un coñazo tremendo y con este grupo encontré la misma sensación que con Sunny Day Real State y gracias a ellos conocí a otro de los grupos que me ha flipado: Manta Ray.

En cierta forma todo esto puede ser que me haya influido llegando a tocar en bandas que van del post metal al punk o gestar un Remake del Tos Felpudo de Felpudo Tos.

Un disco adelantado a cualquier tiempo y que Valencia y el mundo aún no valora como debe. El Remake está lleno de bandas en ocasiones difíciles de encasillar y muy dispares en género pero que dan un toque muy personal a todo lo que hacen, descartando las mías que están porque mando yo, claro.

En definitiva Sunny Day Real Estate fue una banda que en su día no se podía meter dentro de la moda del grunge y era difícil de clasificar y quizás en la música me he movido buscando de una forma u otra ese aspecto.

Si Dios no se le hubiera revelado a Jeremy(NDR: compositor de la banda) todos seríamos hoy un poco más felices y tendríamos algún otro disco en la estantería.

Cosas de Borja